Pusetin el científico empanador

Pusetin se sentía extraño con su nuevo cuerpo integral y con la embriagadora sensación que le aportaba el doble horneado.
Su corteza era firme y tersa y su miga increíblemente esponjosa, solo por sentir esa sensación y esa insuperable textura había merecido la pena haberse transformado en pan y haber atravesado la barrera endoplásmática.
Sin embargo, no solo de pan vive el hombre y menos del de doble horneado, Pusetin tenía un grave problema, no sabía lo que había pasado ni donde estaba.
Era un lugar extraño, húmedo y oscuro, nada bueno para la correcta conservación de sus hidratos de carbono.
Desde el paquete de bimbo en el que se encontraba, pudo ver como un extraño sujeto le dejaba torpemente encima de una mesilla y se sentaba a comer sin cubiertos un plato de picatostes con mahonesa.
El sujeto era un anciano andrajoso, pálido y aparentemente débil, de larga melena canosa, piel arrugada y anoréxica figura.
Sin embargo, lo que más sorprendió al científico es que sus ojos eran completamente blancos, seguramente padecía de cataratas y estaba ciego, de ahí sus lentos y torpes movimientos.
Alrededor del anciano esperaban ansiosos a que les dieran su parte 5 grandes y musculosos perros. Estaban llenos de cicatrices posiblemente de ataques y peleas anteriores y tenían un aspecto misterioso, sobre todo porque sus patas traseras eran verdaderamente extrañas.
Tas observar en silencio unos minutos y viendo como el anciano comía con gusto sus picatostes pringándose las manos y la cara, comprendió que aquellos perros eran unas quimeras, una mezcla mejorada de barios animales, producto de la ciencia moderna, eran mitad perro mitad pollo, sin duda el animal de compañía perfecto, te podía defender y alimentarte con sus huevos.
Pusetin recordó que no llevaba con él sus cosas pues desde su transformación no recordaba nada, estaba en forma deliciosa pero lo había perdido todo.
Sin duda sería una situación muy peligrosa tener que enfrentarse él solo y sin ningún tipo de armamento contra el ciego y sus cinco pellos (mitad perro mitad pollo).



Para empeorar aún más su situación el viejo estaba hambriento y si descubría su sabrosura estaría en serios problemas.
Pusetín no sabía qué hacer, quizás el viejo y sus pellos le ayudasen si se mostraba o quizás quisieran hacerse un bocadillo con su doble y delicioso horneado, por ello en mente tenía dos opciones: Volver a su forma original ahora mismo y que el viejo le viera o esperar escondido en aquel lúgubre lugar.

¿qué decides hacer?

Esperar quieto como un puto pan.

Esperar en aquella habitación era algo insoportable, la humedad no podía endurecer la lujosa textura integral doblemente horneada de pusetín, pero era algo altamente molesto.
El viejo se terminó sus picatostes y los pellos rebañaron su plato, pero parecía que su ansia viva no había sido saciada.
El viejo tanteó la mesa torpemente hasta que con sus ásperas manos tocó el delicioso y envuelto pan en el que pusetin se había convertido.
Este lo puso sobre la mesa y abrió el envoltorio, al hacerlo un embriagador aroma inundó la habitación. El viejo lo notó y como flotando en una nube de sensaciones se relamió, “es como estar en el cielo” –pensó- al mismo tiempo los pellos se volvieron locos, alternando ladridos, cacareos, saltos y revoloteos con unas pequeñas alas inservibles.
Pusetín estaba nervioso, sus cálculos no solían fallar y mientras estuvo a la espera calculó su deliciosidad… los resultados no eran nada buenos dadas las circunstancias, la cifra estaba multiplicada por 10 elevado a 1000, algo inaudito y solo posible para alguien que haya atravesado el retículo.
El anciano se dirigió a por un cuchillo de sierra apartando a los nerviosos pellos por el camino. En este momento pusetín tuvo al menos una buena noticia, sus cosas estaban amontonadas encima de un carro, que seguramente era tirado por aquellos cánidos plumíferos.
El viejo se disponía a cortar en rebanadas a pusetín, este debía evitarlo y salvar su vida.

Debes revelar tu auténtica forma.
Al humanizarte… ¿qué haces?, ¿le dices algo? ¿Huyes? ¿Peleas? , recuerda que cuenta con una pequeña manada de temibles pellos… las posibilidades de tu elección son totalmente abiertas.

Punsetin en un ataque de panina(el equivalente humano a la adrenalina), sabe qu va a recuperar su autentica forma. Decide ponerse a recitar poesia en versos asimetricos de doble canal asintotico ,algo tipico de su reticulo, apelando al sentido artistico del anciano.

En ese preciso momento se da cuenta de que la a cagado tontamente ya que su doble orneado es tan duro que traspasa blindajes y a recuperado su autentica forma.

Pusetín conocía a la perfección la tremenda dificultad de una improvisación poética de versos asimétricos. No existía rima, no había preparación, su objetivo era conseguir el ritmo tónico lo más perfectamente posible. Tenía que sorprender a aquel ciego y debía hacerlo rápido, su vida pendía de un fino hilo llamado inspiración.
A su prodijiosa mente en seguida llegaron recuerdos de sus dias como estudiante universitario cuando por un error burocrático acabó matriculandose, para obbtener créditos de libre , en una asignatura titulada: " Pelea de gallos" donde los alumnos se enfrentaban a muerte entre si en unas intensas y frenéticas batallas raperas. nunca pensó que algo asi pudiera serle finalmente de utilidad.
Sabía que al ser ciego un estímulo auditivo sería de lo mas cautivador, y quien puede comerse a algo tan supremamente artístico?
Pusetín comenzó a crear...
Pero... sería lo suficientemente creativo?... todo dependía de su gran inteligencia.

Chequeo inteligencia: debe encontrar las palabras adecuadas, el tiene un gran léxico, pero debe obtener al menos un resultado de 6 en total.

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Los versos fluían de la labia de pusetín cual fragancia silvestre embriagadora. De su boca emanaba el arte.
Los pellos permanecieron en silencio, sin comprender bien lo que estaba pasando.
El ciego retrocedió, primero asustado ante la aparicion de un ser encima de su mesa y más tarde por aquella obra literaria de tan fino gusto.
Maravillado se sentó en su silla y esperó a que el científico terminase de recitar y ordenó a los pellos que se sentasen con él.
Una vez concluido este dijo: Me llamo Casi-miro. soy un científico, bueno mas bien un excientífico, esta guerra me ha dejado ciego, !malditos meteoros!. amo el conocimiento, la ciencia y el arte. No quiero hacerte daño. ¿tú quien eres?. juraría que salistes de mi mesa como de la nada.
!Esos malditos meteoros con sus poderes!, cuando encuentro alguien como ellos , con poderes, me lo cargo. ¿Tú quien eres y como has aparecido en mi mesa?

Ganas un punto en inteligencia.

¿que haces? ¿ le dices algo? ¿que le dices? la respuesta es totalmente abierta.

Punsetin le dijo rápidamente que era el, pero en el futuro, que iva a inventar un elixir de la eterna juventud. y que venia a advertirle sobre un acontecimiento que cambiaría su vida. Debia responder "Esallav odreucaed" al revés, cuando escuche"Maimones en escabeche".

Punsetin exclamo: "si no le importa me voy", a lo que añadió con voz de croasant recién echo"MAIIIMONES EN ESCABECHE"!!!

Y espero a ver si el anciano caía en su trampa.

El ciego dijo rápidamente: de...acuer...do...valla...se....
Tras escucharse a si mismo descubrio la gran capacidad hipotetico deductiva y logico concreta que el sujeto que tenia delante poseia, y penso... una genialidad asi solo puedo haberla hecho yo mismo.
cegado, no solo por sus ojos sino por su ego, este supuso que nadie sino el podria engañarle.
Puedes irte o mejor puedes irme, pero antes de eso, llevate a uno de mis pellos, a fin y al cabo tambien son tuyos. uno de los pellos muy obediente se colocó al lado de pusetin y revoloteó felizmente.
puedes llevarte el carrito pequeño, él puede tirar del mismo y con eso peudes llevar cosas en tus viajes espaciotemporales, buena suerte.
El pello se engancho el solo el arnes y comenzo a tirar de las cosas siliendo a fuera.
el exterior era un bosque y la casa estaba en mitad de la nada, estaba amaneciendo y la ciudad se veía muy al fondo.
el viejo se puso a cantar y a bailar la coreografía de la canción:

mientras seguia comiendo patatas felizmente, pensando que habia conocido a si mismo y dando por supuesto que pusetin ya se habia ido al escuchar la puerta abrirse.

¿qué haces? ¿ te vas ? ¿ te llevas el pello y el carrito con el resto de tus cosas? ¿haces o dices algo más? respuesta abierta

Punsetin emocionado por la trolaca que le havia colao al cientifico se adentro en el bosque. Aunque le gustaria ser amigo de aquel cientifico no podia permitirse el lujo de hacer amigos o por lo menos hasta conocer bien a la gente de de fuera de su reticulo.

Al rato de ir caminando el tierno interior de Punsetin afloro en cuanto estubo suficientemente lejos de la casa del anciano ciego que vaila raro. Separo al pello del carro con sus pertenencias y se quedo mirando fijamente al pello durante unas horas y le dijo finalmente: "Señor pelllo puede usted señor pello separase de mi,comer, dormir y lo que quiera señor pelllo, formar una familia señor pello... pellooo puede usted pelllo... ser libre...

el pello estaba desconcertado, pues su antiguo amo lo tenia muy bien adiestrado y siempre obedecía sus órdenes, pero esta ultima cosa iba en contra de lo que su anterior dueño le había dicho.
mientras se lo pensaba , de repente se escucho al otro lado de la colina, a un par de kilómetros de distancia, un gran estruendo, como un croqueo de una rana y un relincho de un caballo pequeño al mismo tiempo.
El pello se puso nervioso con tanto estímulo nuevo y decidió salir corriendo hacia el ruido pensando que si expulsaba a aquella amenaza, su nuevo dueño si le querría cuidar y demostraría así su valía.

pusetín se vio solo en mitad de aquel bosque, detrás suya podía ir a lo mas profundo del mismo y buscar el conocimiento en la madre naturaleza, delante suya, la ciudad de scatérgoris, donde quizá podía disponer de mayor tecnología para disfrutar de su doble horneado.

¿qué haces? ¿ vas detrás del pello, que se ha metido a lo profundo del bosque, o te vas a la ciudad?

Que dilema!! penso para si punsetin. La ciudad le llamaba la atención pero por otra parte estaba llena de "humanos" de los cuales desconfia enormemente asi que se echa para atras. Cual pan integral y sin previo aviso echo a correr detras del pello.

Pusetín siguió el rastro del pello, de pequeño le gustaba afeitar bombillas entre la maleza, por ello aprendió a guiarse bien en los bosques.
pocos segundos despues, al atravesar un matojo se encontró con un panorama de lo mas excéntrico, un amenazante conebrí enfurecido miraba con odio al pello que anteriormente despreció y a un ser que el creía como mitológico, una auténtica yebra herida en un brazo.
al aparecer, el pello revoloteó felizmente dándole la bienvenida y colocándose a su vera.

Conbtinua en la fase 2 encuentros, saga matanza en el bosque